Ella parada en la puerta, esperando. Él sentado en el borde de la cama, con la mirada perdida más allá del cuarto.
- No puede ser... - es lo único que atinó a decir. Y en realidad no atinó. Cientos de frases hubieran sido más apropiadas en ese momento. "Decime si puedo hacer algo...", tal vez hubiese funcionado. O mejor "Sabíamos que esto nos podía pasar...".
- No puede ser... - repitió. Su cerebro entró irremediablemente en un bucle del que no podía salir. Las imágenes. Esas imágenes. Una y otra vez.
- No puede ser... - una y otra vez.
Ella esperó que dijera algo que la convenciera de quedarse.
Y en el bucle de imágenes que bombardeaban su cerebro una y otra vez, ella parada en la puerta, esperando algo que la hiciera quedarse.
- No puede ser...
Tampoco atinó esta vez. Tal vez un "Te amo" hubiese bastado.
13 mayo 2006
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3 comentarios:
Este post me hace pensar que el verdadero -te amo- viene de un largo recorrido interior, es su esencia y como la esencia tiene que ser puro, libre de orgullos? cuando conscientemente no se perdona o cuando se busca el perdon, es lo mas dificil de decir? cada te-amo no solo es una confirmacion, sino tambien una especie de borron-y-cuenta-nueva...o por lo menos asi? me parece, yendo en retroceso. :-))
:)
a veces es cierto que las cosas son más sencillas de lo que pensamos, y somos nosotros los que las convertimos en una utopía, en inalcanzable... A veces dirías tantas cosas que no consigues decir nada; a veces no sabes qué decir y hablas demasiado; a veces es tan sencillo y claro lo que es, que dices todo lo contrario...
TiC Tac y Noria, se ve que saben de esto y sus comentarios son, en si mismos, magníficos posts... Gracias por pasar...
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