ANGINA

Trató de tragar, pero resultó imposible. Hizo el esfuerzo, con dolor, con sufrimiento. Trató de relajarse, de distender los músculos de la garganta. "Si puedo respirar, podré tragar", pensó. Pero se equivocó. Lo que tení­a atorado no pasaba.
Por más que lo intentó esa mañana, no consiguió olvidar lo que debí­a decir y no dijo.

PRESENTACIÓN

Para los que no me conocen, soy el culpable de Los Dedos del Manco.
Así­ como ese blog nació para ayudarme a volver a escribir después de un buen tiempo de no poder hacerlo, este blog tiene una finalidad diferente.
Todos los fantasmas que me perseguí­an no se fueron, solo se mudaron a otro lado de mi cerebro... Y la pregunta que ahora me carcome es, bueno, y ahora qué? Después de publicar qué sigue?
Espero volver a tenerlos por acá como antes y que me ayuden a contestar esas preguntas.
Los extrañé. Saludos.