08 septiembre 2005

BIEN FUERTE

Tiró los dados sabiendo que eso no arreglaría su vida. Ni siquiera la haría un poco menos miserable de lo que era. Conciente de que los problemas no se solucionan con un siete. Pero aún así los apretó fuerte antes de hacerlos rodar por el paño. Los apretó con urgencia.
Los dados salieron despedidos contra la pared de la mesa. Rebotaron. Saltaron. Se golpearon entre ellos una y otra vez. Por fin se quedaron quietos.
Los había tirado sabiendo que eso no arreglaría su vida. Y antes de soltarlos los había apretado con urgencia, bien fuerte.
Los dados se quedaron inmóviles, ignorantes ellos de lo que significaban.
Abrió los ojos muy lentamente. La mano aún le dolía de tanto apretarlos (aún así los problemas no se solucionan con un siete). Los dados estaban inmóviles y apretados, bien juntitos contra la esquina...
Dos.

07 septiembre 2005

CADA VEZ MÁS CERCA


La versión impresa de Los dedos del manco está lista para entrar en imprenta. Habiendo terminado los (interminables) trámites burocráticos estamos en condiciones de darle vida. Ahora será cuestión de encontrar distribución (otro tema!). Saludos

05 septiembre 2005

PACIENCIA

- ¿Necesitabas algo?
- Amor.
- Algo que vendamos en esta tienda, digo...
- Mmmm, ¿esperanza tienen?
- No, vendemos ropa. ¿Necesitás algo de ropa?
- Abrigo entonces.
- Eso si tenemos. Te puedo ofrecer esta campera. Es de micropolar de primera calidad.
- Mmmm, no sirve para la clase de frío que siento a veces...
- Bueno, mirá, nosotros tenemos abrigo para el frío común y corriente. No sé si te voy a poder ayudar...
- ¿Compañía?
- ¿Perdón?
- ¿Si tienen compañía? Me hace falta bastante seguido.
- No sé, no creo, no sé qué me está proponiendo... Acá solo vendemos ropa.
- ...
- Decime si te puedo ayudar en algo. Pensá tranquilo.
- ¿Paciencia tienen?