09 junio 2006

COMUNICACIÓN

-¿Como querés que lo haga?
-Como vos quieras
-Bueno, pero dame una pista...
-¿Una pista? ¿Qué soy ahora? ¿Un acertijo?
-Y mirá...
-Dejate de joder, dale...
-Pero en serio, decime, ayudame. Estás ahí como si nada. ¡Y no sé qué hacer!
-¡Entonces andate!
-No, eso no...
-Bueno entonces dale... no perdás más tiempo.
-Está bien, está bien. Ahí voy...
-¡No, así no!
-Pero... ¡¿quién te entiende?! Acabás de decirme que...
-Pero así no, ¿no ves que no sirve así?
-¿Y entonces? ¿Cómo querés que lo haga?
-Como vos quieras...

04 junio 2006

DESPERTADOR

Cansado de pensar en lo mismo decidió dormirse de una buena vez. No se acordó, en ese momento, que nuca pudo hacerlo a voluntad. Y esa vez no fue la excepción.
Inmediatamente por su cabeza desfilaron innumerables temas pendientes. Algunos terrenales y acuciantes, otros abstractos y existenciales. Los mismos de siempre, casi siempre. Los mismos que nunca pudo resolver a voluntad, con solo pensar en ellos. "La acción es la solución", pensaba. "No se soluciona nada pensando, hay que hacer", se convencía. Pero "¿Qué hay que hacer en cada caso?", esa es la pregunta que tira todo el andamiaje al suelo. Es por eso que los libros de autoayuda venden tanto y ayudan tan poco. Las preguntas las sabemos todos; las respuestas, cuando son otras preguntas, tampoco solucionan nada.
Bueno, pero lo que él debía hacer era dormir. Y borró de su mente todos esos temas, solo para verlos llegar a montones segundos después, abarrotando su cerebro, exigiendo atención. Las facturas se alternaban, sin ningún tipo de orden, con la finalidad de la existencia en el planeta; los repuestos del auto con el nombre del verdadero Dios. Su mente no daba abasto. Y lo único que él quería, en realidad, era dormir un poco.
Beep, beep, beep, beep. El despertador interrumpió la interminable cadena de pensamientos y dejó su mente en blanco. Completamente en blanco por primera vez. Solo estaba el "beep, beep" retumbando en un infinito vacío. Por fin, por suerte... Y se durmió.